En 1929 la FIFA (Federación Internacional de Fútbol Asociación) eligió a Uruguay como sede del Primer Mundial de Fútbol. Hasta ese momento la entidad había sido la responsable en tres ocasiones de organizar los campeonatos de fútbol por selecciones nacionales enmarcados en los Juegos Olímpicos: Amberes 1920, París 1924 y Ámsterdam 1928. Precisamente en los dos últimos mencionados, la medalla de Oro quedó en manos del representativo uruguayo y eso pesó a la hora de su designación.
Los partidos debían disputarse únicamente en el Estadio Centenario (foto de arriba), que iba a ser construido especialmente para el torneo. Aunque se trabajó en tiempo récord, las obras no estuvieron terminadas para la jornada inaugural. Por eso la organización decidió utilizar provisoriamente otros dos estadios: el Parque Central que pertenece al Club Nacional de Football y el Estadio Pocitos (Field de los Pocitos), que por aquel entonces era utilizado por el Club Atlético Peñarol.
El 13 de julio de 1930 exactamente a las 15:00 horas, en una ventosa tarde en Montevideo (en julio en Uruguay es pleno invierno), comenzaron a jugarse simultáneamente dos partidos: Estados Unidos vs. Bélgica en el Parque Central, y Francia vs. México en el Estadio Pocitos.
Estadio Pocitos de Montevideo
El Estadio Pocitos se inauguró el 6 de noviembre de 1921 y hasta 1933 fue la sede del Club Atlético Peñarol. La reestructuración del sector de la ciudad donde se encontraba, acarreó la demolición del estadio en 1940.
Gracias a la iniciativa del arquitecto Héctor Enrique Benech se inició la búsqueda de este lugar histórico, que había sido absorbido por la ciudad.
Ante la falta de registros oficiales, la investigación demandó alrededor de 4 años. Una fotografía aérea tomada en 1926 fue fundamental en la investigación. Tras ser detectado el lugar, situado sobre la actual calle Coronel Alegre entre Silvestre Blanco y Charrúa; en 2006 se realizó un concurso de esculturas llamado "En busca del arco perdido".
El ganador fue el arquitecto Eduardo Di Mauro, con las obras "Donde duermen las arañas", que recrea la ubicación del arco donde se convirtió el primer gol del Mundial Uruguay 1930, y "Cero a cero y pelota al medio", que marca lo que era el centro de la cancha.
Primer gol de la historia de los Mundiales de Fútbol
Con una escultura se conmemora el gol convertido por el francés Lucien Laurent aquella tarde de 1930, reconocido como el primero en la historia de los Mundiales de Fútbol. Fue a los 19 minutos del primer tiempo del partido en el que Francia terminó imponiéndose por 4 a 1 a México, bajo el arbitraje del uruguayo Domingo Lombardi.
Ese fue el único gol que convirtió Laurent en un partido oficial jugando para la selección francesa. No pudo participar en el siguiente mundial (Italia 1934), debido a una lesión. El futbolista falleció en 2005 a los 97 años.
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